La galería Javier López inaugura el próximo martes 2 de junio una exposición individual del artista japonés Hiroshi Sugimoto.
Hiroshi Sugimoto nació en Tokyo, Japón, en 1948. A principios de los años setenta se trasladó a Los Angeles para entrar en una escuela de arte: allí absorbió las tendencias del Conceptualismo y Minimalismo y escogió la fotografía como medio. En 1974 se traslada a Nueva York donde desarrolla un innovador trabajo en series, que inicialmente aplica a dos temas: ‘Dioramas’ en el museo de Historia Natural y ‘Theaters’. Posteriormente presenta la serie de ‘Seascapes’, parte de la cual se exhibe en la Galería Javier López.
Para realizar las hipnotizantes imágenes minimales de estos paisajes marinos (“Day Seascapes”), Sugimoto ha viajado a remotas playas acantiladas alrededor del mundo. Evitando climas extremos y la mano del hombre, sus fotografías se centran en el horizonte. Esta característica lleva al espectador a prestar atención a las delicadamente esquivas calidades del agua azotada por el viento, la bruma deshaciéndose, y la neblina luminosa que es específica en cada localización. Rodeando el globo, bañado por incontables atmósferas diferentes, el horizonte aparece y desaparece.
En la serie de paisajes nocturnos (“Night Seascapes”), Sugimoto incita nuestra habilidad de percibir sutiles diferencias en los extremos. Mientras nuestros ojos se van acostumbrando a la oscuridad, vemos gradualmente que estas fotos negras no son huecos vacíos, sino que por el contrario, están llenas de olas y luces de estrellas captadas justo en el umbral de la visión. Al contemplar las líneas del horizonte se perciben los límites del mundo, extrayéndose un sentido de lo sublime.
La construcción en serie y la constancia de tema en el trabajo de Sugimoto animan a los espectadores a discernir las sutiles diferencias entre las imágenes, invitando a las más finas distinciones de percepción. Atendiendo de cerca, sopesando y comparando los mas pequeños incrementos de particularidad entre las impresiones, gradualmente llegamos a ser conscientes de nuestro propio proceso de pensamiento y nos damos cuenta de que lo que habíamos dado por hecho como transparente y objetivo, encierra en realidad la esencia de la subjetividad. Si aún permanecemos más tiempo con el trabajo, nuestra conciencia acaba por disolverse y nos perdemos en la delicadeza del lento movimiento de la visión pura.
La galería Javier López presenta una serie de “Seascapes” casi idénticas, donde las sutilezas de variaciones se hacen casi imperceptibles. Esta muestra complementa así la retrospectiva que ofrece la Fundación La Caixa en estas mismas fechas.
