Heinrich Ehrhardt y Javier López presentan “On s’est tous défilé”, un proyecto de Guillermo Paneque pensado conjuntamente para ambas galerías. Articuladas como secuencias narrativas, estas nuevas esculturas, dibujos de pared, fotografías y una instalación (compuesta por un vídeo, proyección de diapositivas, unas puertas y un póster) subrayan el acto de percibir, de seleccionar e interpretar, así como el lugar del espectador en dicho proceso.
Guillermo Paneque (Sevilla, 1963) no trabaja exclusivamente en un particular medio artístico, y sus obras parecen carecer de un aparente estilo. Su práctica, por el contrario, está basada en la transformación y la reconstrucción de la presencia y memoria de los objetos.
No es casualidad que el artista planteara para este proyecto “hacer una película con objetos”, y que el título del mismo haga referencia a un vídeo publicitario que J.L. Godard realizara en 1988 para la firma de ropa Girbaud. Igualmente, uno de los dibujos de pared “S/T (Godard – Girbaud. On s’est tous défilé), 2001-2002” relata un símil entre el tratamiento de un objeto y las imágenes desvaídas del realizador. Esta anécdota, contada desde dos fuentes diferentes, sirve al artista para preguntarse por las formas de producción de significado en una determinada cultura…
Paneque ha utilizado en repetidas ocasiones imágenes de periódicos en sus obras, interesado en las narrativas que llegan a ser aparentes a través de los temas, colocación e importancia dadas a las imágenes. En esta ocasión, junto al dibujo anterior, otros dos fragmentos de periódicos ampliados y subrayados “S/T (Jesulín / La ilusión)”, 2001-2002 y “S/T (Pabellón belga, 1992. Una caja negra)”, 2001-2002, señalan momentos de atención compartidos (el anuncio de la retirada de una figura pública y los posibles recorridos por un pabellón durante la expo’92). Los entresijos del presente y del pasado reciente, y su interacción con el futuro cercano están en el corazón de los relatos, a modo de guiones cinematográficos.
En otro de los espacios, el artista presenta una “tentativa” de performance, “The Walk – 2ª parte”, 1995-2001. En la entrada, un póster anuncia una colaboración ficticia del artista con el bailaor Israel Galván; unas puertas de plástico introducen al espectador en una sala donde se exhiben simultáneamente un vídeo y una proyección de diapositivas. El vídeo recoge fragmentos que no documentan la totalidad de un “performance” público. La atención, por el contrario, se centra en la relación de gestos y miradas entre el bailaor, los músicos y la audiencia que contempla el espectáculo fuera de cámara. Enfrentadas a la mirada del bailaor, un proyector de diapositivas exhibe imágenes sacadas de periódicos, donde las fantasmagóricas figuras rechazan nuestro deseo de examinarlas. Las líneas de movimiento de unas formas a otras y la coreografía de gestos, crean un lugar escenificado donde la mirada del espectador es el único protagonista.
Paneque crea guiones donde el espectador es dejado a su propia capacidad para reconstruir procesos, para articular un nuevo lenguaje adaptado a cada situación… Al igual que sucede con las puertas que marcan el espacio de la instalación, hay algo en la estructura de una vitrina-escaparate que ficcionaliza todo lo que hay en su interior. La pregunta que se hizo el artista es si algo inmaterial puede tener la presencia material de una escultura, explorando las consecuencias de usar unas cosas para mostrar otras y la pérdida que el proceso conlleva. En “S/T (Modelo Wan Xiang SL, calle Magdalena – Polígono Industrial P-11; Madrid, Diciembre 2001)”, 2001-2002 un pequeño objeto es transformado a través de una calculada cadena de acontecimientos.
En “S/T (Mobylette / Prototipo de silla)”, 2001-2002, el artista ha revestido en madera una antigua motocicleta con trozos de diferentes nuevos scooters. La naturaleza artesanal de un producto industrial imperfecto, nos hace más conscientes de los vacíos entre su realidad y la del original. Paneque comenta: ”Quería hacer una pieza donde el tiempo es simplemente espacio dado forma, y el espacio sólo tiempo representado tangible; poner término a su existencia como objeto y situarse luego exclusivamente en el ámbito de la memoria”. Una de las motos se apoya en un imaginario “sidecar” formado por un prototipo de una silla modernista. Al mezclar diferentes tiempos históricos, relacionando objetos y acontecimientos, el artista pretende revelar otras narrativas no aparentes. El tríptico fotográfico “S/T (Manifestación. Trasvase del Río Ebro, Madrid)”, 2001-2002, señala el acto de nuestra percepción, y en este caso, el de un cuerpo ausente. La tensión de la obra se produce entre la presentación neutral de un objeto, y el objeto en su contexto, en uso.
En muchas de las obras del artista parece implícita la cuestión de cómo opera todo más que lo que significa. Para una de las salas, Paneque se ha concentrado en dos alteraciones que revelan de forma diferente el particular carácter de un lugar: sus ventanas y contraventanas, signos de visibilidad y protección. Tanto en “S/T (BMW C1 – Mobylette Gran Turismo)”, 2001-2002 como en “S/T (Dos opciones, calle Manuel González Longoria)”, 2001-2002 hay un deseo perverso de hacer algo y nada. En sus formas de construcción, tan extremas, parece excesivo por un lado haber revestido una motocicleta con el diseño de una nueva BMW sólo para albergar otra réplica de ventana. Por el contrario, la luz contenida en una doble contraventana de metal parece fluir contenida sin esfuerzo. Estas piezas son realidades reversibles - objetos físicos y al mismo tiempo una respuesta mental - que conforman de nuevo un espacio entre lo real y lo ficticio.
Menos interesado en producir objetos que en insertarlos en una historia, un contexto, el artista organiza secuencias narrativas que investigan la interpretación del rol de las imágenes en nuestra cultura.
Guillermo Paneque presentará en marzo de 2002 su primer largometraje, un documental titulado provisionalmente “Tanto tiempo…”.