La Galería Javier López presenta, por primera vez en España, una selección de los Cutouts (siluetas), del pintor norteamericano ALEX KATZ (Nueva York, 1927).
Los Cutouts de Katz tienen un origen fortuito. En una ocasión, al realizar uno de sus retratos, no quedó contento con la relación del fondo con la figura e, impaciente, cortó la silueta de la figura y la montó sobre una pieza de madera recortada a tamaño –un gesto muy propio de la inmediatez y pragmatismo de los años sesenta, que nos recuerda los primeros lienzos recortados de Frank Stella.
Hoy no hay nada de casual o accidental en las siluetas, Katz las ha incorporado a su trabajo como un género más, que podríamos llamar esculturas bidimensionales, son obras planificadas y su soporte ya no es de madera, sino de aluminio recortado previamente a la aplicación de la capa pictórica. Conservan sin embargo una frescura y espontaneidad especial, así como una presentación menos formal que sus pinturas de pared. Las figuras –personas o animales- están pintadas en ambas caras, subrayando su dimensión escultural, a pesar de conservar aquel énfasis en la superficie y el plano, que caracteriza toda la obra de Katz. Es una puesta en escena que a primera vista parece presentar la personalidad del sujeto como pura fachada y formalmente trabajar en contra de la profundidad pictórica. Sin embargo estas pinturas –y son pinturas al fin y al cabo- están impregnadas de luz y espacio.
La obra de Alex Katz es difícil de catalogar, ya que en ella encontramos influencias muy diversas. Fue contemporáneo de los pintores de la segunda generación de la abstracción norteamericana, y vemos en su obra la influencia del “action painting”, como se demuestra, por ejemplo, en el uso del gran formato. Por otra parte su fidelidad a la figuración objetiva, provocó que muchos críticos lo considerasen, a principios de los sesenta y coincidiendo con la eclosión del arte pop, como uno de los más ingeniosos precursores de este movimiento. Aunque es indudable que comparte con el pop la clara influencia de los medios de comunicación de masas -la transformación icónica de sus imágenes o la repetición y la fragmentación de los motivos, aspectos que le acercan a artistas como Rosenquist o Warhol-, no es menos cierto que la explotación de la luz como elemento modulador de la superficie pictórica, en detrimento del grafismo pop, le separa de esa tendencia. No obstante, su obra no se deja enmarcar en ninguno de los movimientos definidos de la segunda mitad del siglo XX, siendo el verdadero elemento común de su pintura la simplicidad y su aparente ingenuidad, que le sirven para esconder su gran complejidad.
Alex Katz ha expuesto, a lo largo de su carrera, en los mejores museos e instituciones de Estados Unidos, Europa y Asia. En España, su primera exposición fue en el IVAM de Valencia, en 1996, más recientemente su obra se ha podido ver en el CAC Málaga, 2004.