La Galería Javier López presenta, por primera vez en España, la obra de JOHN ZURIER (1956, Santa Mónica, California).
Desde su inclusión en la Whitney Biennial of Art de 2002, comisariada por Lawrence Rinder, John Zurier se ha consolidado como uno de los pintores abstractos americanos de mayor reconocimiento. Su consciente ignorancia hacia los postulados del post-modernismo añadido a las modestas dimensiones físicas de sus obras, no habían facilitado hasta entonces su aceptación en un mundo todavía dominado por los defensores de la muerte de la pintura como forma válida de expresión plástica contemporánea y por los practicantes del “bigger is better”.
La obra de John Zurier se ha podido calificar de minimalista, comparándola con la de Robert Ryman. No obstante, este término podría aplicarse al trabajo de Zurier pero sin definirlo; sus cuadros presentan, sin intento de maquillaje, una multitud de capas, matices, reflejos y veladuras que nos hablan del autor y de su forma de pintar sin disimulos. La pintura de Zurier es minimalista en el sentido que le dio Whistler, pero su familiaridad con el simbolismo también es palpable. Minimalismo-romántico o simbolismo-abstracto no dejarían de ser etiquetas necesarias para quién no confía en su propio criterio y no servirían sino para trazar unos limites más que para discernir la esencia de la obra. También se ha mencionado el parentesco o vínculo plástico con Odilon Redon, Gustave Moreau o Delacroix; pero reducir la pintura de Zurier a un ejercicio de nostalgia sería resultado de una visión superficial de la misma; en ella está la parte de la historia de la pintura que más interesa al artista, incluyendo las enseñanzas de los siglos XX y XXI. Su trabajo con el color toma una forma evidentemente sutil y delicada, pero también investiga la tensión y la fuerza de la línea, llegando incluso a enfrentar ambos en un solo espacio.
La selección de pinturas que se presenta en Madrid tiene el objetivo de dar a conocer la solidez de este trabajo y la valía de un pintor cuyas referencias son tanto literarias como pictóricas. Lector de Paul Celan, Nelly Sachs y Osip Mandelstam, Zurier se identifica con la visión que estos artistas expresan en sus escritos y, como este último, considera que sus pinturas están destinadas a una sola persona que sabrá apreciar su singularidad y belleza. El uso de lienzos importados de Rusia, la utilización de pigmentos hechos artesanalmente o por el propio artista (en concreto la hematita), nos hablan de una práctica centrada en el ser humano, en sus huellas, en sus desperfectos; interesada en mostrar las cicatrices del corazón y las vivencias de la razón. La belleza de los cuadros de Zurier no se impone, se ofrece a quién quiera contemplarla.
John Zurier ha expuesto en Nueva York, Philadelphia, California e Inglaterra. Sus pinturas se pueden ver en las colecciones del Berkeley Art Museum, California; San Francisco Museum of Modern Art, California; Oakland Museum, California; Farnsworth Museum, Maine; Microsoft Collection, Redmont, Washington y en numerosas colecciones privadas de Estados Unidos y Europa. Vive en Berkeley y trabaja en el California College of the Arts de San Francisco.