La Galería Javier López presenta por primera vez en España, una selección de la serie New York Muses de Francesco Clemente (Nápoles, 1952).
Hijas del dios Zeus y de la titánida Mnemosina, las nueve Musas de la mitología griega inspiraban a los artistas y presidían las artes y las ciencias. En palabras del artista: “Existe una mujer de Nueva York realmente única, marcial, una especie de amazona, que va por la calle sin mirar a la derecha o a la izquierda. Es suficientemente fuerte para captar tu atención, para no participar en “el juego”. Para mí eso es muy poético. Dibujo a estas mujeres a un tamaño mayor que el natural. Y aunque te sientes muy cercano a ellas cuando las miras, el cuadro mantiene parte de ellas en privado, porque sus cuerpos quedan fuera”.
Estos pasteles sobre papel fueron incluidos en la exposición Retratos de Clemente que tuvo lugar en el Warhol Museum de Pittsburg, USA, en 1997. Dentro del conjunto de la obra del pintor italiano, esta serie nos muestra la transición entre los retratos masculinos de poetas o artistas plásticos de los años 80 y los posteriores retratos de la alta sociedad neoyorquina. Retratadas en primer plano, las anónimas mujeres escogidas por el artista para representar el espíritu de la ciudad miran frontalmente al espectador con ojos hipnóticos, el cuello estirado y actitud hierática, todas ellas con una apariencia poderosa a la semejanza de las divinidades de la antigüedad o a las esculturas de las Cariátides griegas. Mezcla de razas y orígenes, estas mujeres son el reflejo fiel del “melting-pot” americano. Asimismo representan la voluntad de asimilación cultural del artista con sus referencias tanto a la antigüedad como a la pintura del XVI italiano, sin olvidar las artes tradicionales de países como la India, cuya importancia en su formación son esenciales.
Desde su participación en la Bienal de Venecia de 1980 hasta hoy, Francesco Clemente se ha convertido en un clásico de la pintura figurativa contemporánea. Ligado en sus inicios a la Transvanguardia teorizada por Achille Bonito Oliva pronto se independiza de marcos estilísticos demasiado limitados y encuentra su personal y único estilo. Su sed de conocimiento y su gusto por Oriente han hecho que a la tradición mediterránea del color se sume la espiritualidad hindú y la modernidad de la ciudad por excelencia, Nueva York. Estas imágenes, entre oníricas y realistas, nos recuerdan el legado histórico-artístico italiano y la inocencia e inmediatez de las realizaciones artesanales de los artistas tradicionales de la India.
Su obra forma parte de las colecciones de arte contemporáneo más importantes del mundo, como el MOMA, Nueva York; Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York; The Cleveland Museum of Art, USA; Farnsworth Art Museum, USA; Tate Britain, Londres; MNAM-Centre Georges Pompidou, París; Museum für Moderne Kunst, Alemania; Stedelijk Museum, Amsterdam; Castello di Rivoli Museum of Contemporary Art, Italia; Kunstmuseum Basel, Suiza; Fundación La Caixa, Barcelona; Hara Museum of Contemporary Art, Tokio, entre muchos otros. La Fundación Caja Madrid le dedicó una exposición individual en 1987. En 1999 el Guggenheim Museum de Nueva York organizó una retrospectiva que viajó al Guggenheim Bilbao el año siguiente. Desde 1981 vive entre Nueva York, Madras y Roma.