La Galería Javier López presenta una muestra del reconocido artista norteamericano Alex Katz (Brooklyn, 1927) centrada en el género que le ha dado fama a nivel internacional, el retrato. A lo largo de su carrera, que abarca más de medio siglo, el pintor ha recurrido en distintas ocasiones a un procedimiento que nos remite a los orígenes de la Modernidad, desarrollado a partir del Impresionismo y los movimientos que precedieron las vanguardias europeas: la serie. Al mostrar toda una serie veremos cómo el pintor enfoca un tema y desarrolla su trabajo explorando hasta el final esa idea antes de pasar a un nuevo proyecto. Interesado desde siempre por la moda y los rasgos de estilo de su época, en estos trabajos recientes Katz elige como elemento común un complemento femenino, un sombrero rojo, del que se sirve para indagar en las posibilidades plásticas de la figura en primer plano ante un fondo neutro - como ya hiciera en los noventa con el conjunto de retratos ‘Man in White Shirt’, de los que se mostró una selección en el anterior espacio de la galería -.
En esta exposición, que puede entenderse como una segunda parte de la que se ofreció el año pasado bajo el título de ‘Summer in Maine’, tendremos la oportunidad de contemplar por primera vez en la galería el proceso de trabajo de un maestro del oficio de la pintura como es Alex Katz. Si en la anterior las obras reflejaban sus estancias veraniegas en su casa de campo, con rostros femeninos bañados por el sol y con predominio de los tonos blancos y azules que nos remitían a un día en la playa junto a paisajes de flores que se diluían hacia la abstracción por efecto del encuadre y la simplificación formal, ahora veremos la faceta que el pintor ejecuta en su estudio, inmerso en la cotidianeidad de la gran ciudad. Katz siempre ha confesado su interés por captar la belleza de lo que le rodea, ya sean sus familiares y amigos más cercanos o el círculo de la intelectualidad y el mundo del arte de Manhattan, capturando con elegancia los ambientes distendidos que comparte con sus modelos como si se tratara de un fotograma de su diario personal.
En ‘Red Hat’ podremos contemplar las distintas fases de elaboración de sus pinturas, lo que nos permitirá ir siguiendo los pasos que dan lugar a la obra final desde los bocetos, ya sean estudios sobre tabla en los que toma apuntes del natural y fija las pautas de cromatismo e iluminación, o dibujos a carboncillo en los que determina con trazo decidido y sutil las características básicas de la modelo, constituyendo los estadios más espontáneos de su producción por su naturalismo y ligereza. Para llevar estas líneas y elementos descriptivos a composiciones de mayor formato recurre al método tradicional del cartón, dibujos de mayor tamaño que traspasa a la superficie del lienzo mediante estarcido de pigmento siena sobre los contornos perforados, lo que implica una depuración formal que está en la base de un estilo inconfundible - estilo que le permitió distinguirse de sus coetáneos en un momento en el que la pintura norteamericana se encontraba en la encrucijada del Expresionismo Abstracto y la respuesta que se le dio desde los postulados del Pop Art -.
Desde comienzos de la década de los cincuenta hasta la actualidad, la obra de Alex Katz ha sido incluida en unas quinientas muestras colectivas en todo el mundo y ha protagonizado cerca de doscientas exposiciones individuales, además de estar representada en más de un centenar de colecciones permanentes de museos de prestigio internacional como el MoMA y el Metropolitan en Nueva York, el Art Institute de Chicago, la TATE Gallery en Londres, el Pompidou en París, el MNCARS en Madrid o la Nationalgalerie en Berlín. Entre sus próximos proyectos destacamos dos exposiciones que se inaugurarán a finales de mayo: ‘Drawings, Cartoons, Paintings’ en el Albertina de Viena y la selección de paisajes de gran formato que se presentarán en la Tate Modern en Londres.
