Iniciamos la temporada expositiva con la incorporación de la sevillana Pilar Albarracín a nuestra lista de artistas. Con este nuevo proyecto, la Galería Javier López da un paso más en su apoyo a la creación española actual y apuesta por la promoción y difusión de la obra más reciente de esta figura clave dentro del discurso postmoderno en nuestro país. Para su primera exposición en la galería, se han seleccionado obras sus últimas series, mostrando un cuerpo de su trabajo inédito en España y contando con obras producidas específicamente para la ocasión. Todas ellas unidas por la visión irónica y crítica que caracteriza a esta artista, quien reflexiona en torno a las cuestiones de género y a la construcción cultural de la identidad en el marco de la colectividad social.
En 2012, con el título de ‘El origen del nuevo mundo’ Pilar Albarracín comenzó un conjunto de creaciones plásticas a partir de ropa interior femenina donada por su circulo más allegado. Desde el inicio, el proceso de elaboración de estas obras ya planteaba cuestiones sobre el propio cuerpo. Cuando la artista pidió a diversas mujeres que le dieran sus prendas más íntimas ya usadas, esta solicitud les divirtió, sorprendió e incluso molestó, pero en ningún caso las dejó indiferentes. En ese momento se abrió una discusión sobre sus bragas, rompiendo así una imposición general sobre el tema, siempre marcado por el silencio y la intimidad. La voz de estas mujeres mostró que cada prenda interior tiene una historia y que cada persona tiene una forma particular de comportarse al hablar de ello: vergüenza, relajación, emoción, pudor… Al exponer estas piezas realizadas con prendas “donadas”, la artista muestra a las mujeres no como un objeto sino como un sujeto liberado.
Tras clasificarlas, seleccionarlas y combinarlas siguiendo patrones geométricos basados en los círculos cósmicos, las cosió entre sí para realizar una serie de mándalas. Al recurrir a la costura reafirma el papel que ésta ha desempeñado en la socialización de las mujeres. Recupera esta técnica tradicional reivindicada por las feministas en la creación de composiciones en las que predominan los tonos propios del ritual: el negro, el blanco y el rojo, para hacer la transición de lo cotidiano a lo sagrado. Por otra parte, el objeto seleccionado - de uso cotidiano - y cómo conseguir cientos de ellos ayuda a multiplicar la intensidad de preguntas mientras se produce un cambio en su naturaleza: el distanciamiento estético los transforma reciclándolos en obras de arte. En palabras de Assumpta Sabuco: “Pilar Albarracín reivindica una experiencia artística más amplia. Son muchas las mujeres que han dejado sus bragas a la artista y ella recoge de la donación el principio que Marcel Mauss ya apuntó: el gift, el regalo otorga a los objetos un valor esencial del que carecen en la vida cotidiana”.
En estos últimos proyectos podemos encontrar referencias a la obra ‘L’Origine du monde’ de Gustave Courbet , donde aparece el cuerpo de una mujer erotizado y revelando su sexo, una pintura que fue en sí misma objeto de ocultaciones por parte de algunos de sus sucesivos propietarios, incluyendo a Lacan. Continuando este juego de ocultación, Pilar elabora series de dibujos como los collages de ‘El secreto’, donde la mirada del espectador es dirigida hacia un sexo impreso pero escondido detrás del papel cuadriculado, lo que nos recuerda que, según Freud, la sexualidad femenina es "el continente negro del psicoanálisis". En su universo particular se integran relecturas de piezas históricas de artistas como Valie Export - ‘Las licenciadas. Del pánico genital (1969) al pánico laboral (2014)’. Su obra, a veces incomoda al público, pero siempre propone un cambio en la mirada.
Esta superposición de lecturas, recurrente en su trayectoria, tiene una deriva oriental en la serie de telas bordadas dedicada a los ‘Peces de la suerte’. Los peces, símbolo de armonía y prosperidad en el Feng Shui, se multiplican en nutridos bancos, se arremolinan siguiendo esquemas geométricos o se muestran agrupados en un número más reducido. Estos fondos marinos de apariencia inocente nos muestran las relaciones del individuo dentro del grupo y sus movimientos y reacciones entre sí.
Pilar Albarracín es una de las artistas contemporáneas más controvertidas del panorama nacional y cuenta con un importante reconocimiento a nivel internacional. Desde sus primeras exposiciones en 1997 en Madrid y Sevilla - ciudades donde vive y trabaja -, su obra ha sido seleccionada para participar en numerosas muestras colectivas e individuales en lugares tan relevantes como el Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris, París; el Hamburger Bahnhof, Berlín; el PS1 del MoMA, Nueva York; el Istanbul Modern Sanat Müzesi, Estambul; el National Centre for Contemporary Arts, Moscú; o el Museo Kiasma, Helsinki. Ha participado en las bienales de Venecia, Busan (Corea), Moscú o Sevilla entre otras.