La Galería Javier López & Fer Francés inaugura la temporada expositiva con la primera muestra individual en nuestro país de la artista californiana Allison Schulnik (San Diego, 1978). En Nest, esta creadora afincada en Los Ángeles presenta una selección de trabajos recientes en uno de sus proyectos más personales hasta la fecha. A través de una docena de pinturas de distinto formato, obras sobre papel, cerámicas y su primera edición en bronce, Schulnik hace un viaje a sus raíces familiares sin abandonar los personajes que han poblado su universo creativo único en la última década como pueden ser los unicornios, los centauros femeninos, los felinos - ya sean gatos salvajes o linces - y las flores en naturalezas muertas de cargado contenido simbólico. Estos motivos aparentemente ordinarios encierran una lectura subversiva sobre temas como la muerte, el sexo, la vulnerabilidad, la angustia, la libertad, la identidad y la soledad.
En palabras de la propia artista: “Esta exposición se compone de obra inspirada por mi reciente reunión familiar en Escocia en el verano de 2016. La anterior reunión había sido 26 años antes, un viaje que dejó una huella imborrable en mi joven espíritu y un anhelo de volver. Toda mi familia, tanto jóvenes como mayores, caminó a través de varios kilómetros de húmedo musgo virgen y terreno cubierto por áspera turba hasta llegar a una zona muy apartada en las Tierras Altas de Escocia. Tras cruzarnos con pequeños arroyos, saltos de agua y docenas de esqueletos de ovejas, ciervos y alces, finalmente llegamos al Nido, un sencillo refugio de piedra que mi tatarabuelo levantó ignorando la siniestra oscuridad de las aguas esmeraldas del lago Fannich. El Nido, minúsculo de manera inconcebible, con el tiempo fue hogar de trece niños, que desde entonces se han diseminado en un numeroso árbol familiar por todo el mundo. Hace 26 años, el Nido se mantenía robusto, orgulloso y humilde como siempre. Esta vez, desgraciadamente sólo quedaban unos restos chamuscados de su antigua gloria tras un misterioso incendio que lo había devuelto a la tierra de la que había sido construido. Para muchos de los miembros más mayores de la familia, éste sería con seguridad su último viaje a este lugar mágico. Mi exposición se llama Nest”.
Las pinturas de Schulnik se caracterizan por estar cargadas de materia, formadas por densas capas de óleo que traslucen una sensualidad visceral y al mismo tiempo una fragilidad entre trágica y grotesca, siniestramente familiar. Entre sus influencias cabe destacar el cine, se inspira en los mundos de fantasía de la animación clásica, y las artes escénicas (danza, teatro). Los personajes de su mitología personal están sacados de su imaginación, pero también parte de fuentes autobiográficas, con preferencia por los marginados e inadaptados, lo que le lleva a dignificar lo mundano tanto en sus retratos como en las naturalezas muertas y los paisajes que suponen alegorías del miedo y la tristeza.
Licenciada en animación experimental por el California Institute of the Arts, sus películas, pinturas y esculturas forman parte de importantes colecciones como la Albright Knox Art Gallery de Buffalo (Nueva York), Nerman Museum of Contemporary Art (Kansas), Farnsworth Art Museum de Rockland (Maine) y, en el estado de California, LACMA de Los Ángeles, Santa Barbara Art Museum, Museum of Contemporary Art San Diego y Laguna Beach Art Museum. Ha participado en prestigiosos festivales internacionales fílmicos tanto en Europa como en Asia, además de en Estados Unidos, y sus películas han obtenido reconocimientos como el Best Experimental Animation en Ottawa en 2014.