La Galería Javier López se complace en presentar las últimas creaciones de José María Yturralde (Cuenca, 1942) en una nueva exposición que el artista ha concebido para nuestro espacio de La Florida. En este proyecto el reciente ganador del Premio Nacional de Artes Plásticas trata de unir según sus palabras “mitología, arqueoastronomía, magia y simbolismo reflexionando sobre las ideas actuales de espacio, tiempo, energía, materia, dotándolas así de alma y significado”. Los títulos de las obras que forman estas Constelaciones hacen referencia tanto a estrellas como a dioses de religiones y culturas diversas (egipcia, griega, japonesa, árabe), vinculando la percepción de los fenómenos celestes con sus implicaciones en los ciclos de la naturaleza y las creencias místicas.
Desde la Antigüedad las civilizaciones tanto orientales como occidentales han agrupado las estrellas bajo trazos imaginarios que les han servido para medir el tiempo y las estaciones, también para orientarse en los viajes y para explicar acontecimientos mediante la invención de narraciones mitológicas. En esta ocasión, Yturralde se ha inspirado en estas figuras del cielo cósmico y sus movimientos cíclicos para reunir un conjunto armonioso, una constelación de pinturas que profundizan en su investigación acerca de las formas geométricas y el color - luz.
A partir de su serie Enso ha desarrollado su interés por el simbolismo y trascendencia del círculo, que en el budismo zen evoca el universo, el vacío y la infinitud, mientras que para otras culturas se asocia al concepto de la perfección y lo sagrado, del principio y el fin. Los títulos actuales invocan astros y esferas celestes, como algunos de sus Horizontes, donde reflexionaba sobre lo sublime y la contemplación; si bien en composiciones anteriores encontrábamos Eclipses y Ocasos, también hay Abismos entre sus nuevos trabajos en torno a la línea curva. Estos espacios de meditación tienen la condensación expresiva e intensidad emocional de un haiku, son diálogos poéticos con el tiempo, el espacio y el vacío.
El jurado del Premio Nacional de Artes Plásticas ha reconocido su “trayectoria con un alto nivel de experimentalidad que ha conectado arte y ciencia, y en la que destaca su labor de investigación espacial y formal y su tarea docente en el campo de la investigación de los parámetros matemáticos, junto a los artísticos”. Su obra forma parte de importantes colecciones institucionales de nuestro país: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y Fundación Juan March en Madrid, Museo de Arte Abstracto de Cuenca, IVAM y la Fundación Chirivella Soriano de Valencia, CAB Burgos, Museo Patio Herreriano de Valladolid, CAAC de Sevilla, Es Baluard y Fundación Miró Mallorca. También está presente en colecciones de Estados Unidos, Japón, Turquía, Brasil, Rusia, Francia, Bélgica, Polonia.
Entre sus últimos proyectos cabe destacar una cuidada retrospectiva en el CEART Fuenlabrada (Madrid): cosmoscaos. Obras [1966 - 2019], la instalación permanente de su Estructura volante. Homenaje a Velázquez (1977) en el Museu Fundación Juan March de Palma como parte de su colección y la intervención en la fachada del IVAM con la monumental Hathor (de 9 x 9 m). Actualmente participa en la colectiva Imaginarios mecánicos y técnicos en la Colección del IVAM que puede visitarse en el mismo museo valenciano hasta octubre.